El grupo municipal de IU del Ayuntamiento de Mejorada del Campo llevó al plno de hoy el caso de Rosa Coto, que sufre una minusvalía del 90 por ciento, producida por la ingestión por parte de su madre, durante el proceso de gestación, de "talidomida".

Los concejales de la coalición, con el apoyo de los ediles del PP, pidieron que el Ayuntamiento se hiciese cargo de los gastos de vivienda hasta que el Ivima pueda proporcionarle una casa adaptada a sus condiciones -carece de piernas y brazos- y que la emplease temporalmente, en aplicación de la Ley de Integración Social de los inusválidos (LISMI), que aconseja que el 2 por ciento de los trabajadores sean discapacitados.

El equipo de Gobierno, en el que el PSOE tiene mayoría absoluta, no aceptó la propuesta de ayuda para Rosa Coto y, por ausencia de un edil socialista, el alcalde tuvo que utilizar su "voto de calidad" para ganar la votación, ya que se produjo un empate.

Tras conocer el resultado, los concejales de IU se encerraron en las dependencias municipales hasta que el Ayuntamiento ofrezca una solución a la discapcitada. Mientras, la coalición correrá con los gastos de Rosa Coto.

IU trasladará el caso a la Asamblea de Madrid y a las autoridades regionales, si los responsables locales de Mejorada no ofrecen alternativas a Coto más allá de su internamiento en una residencia pública para minusválidos, según precisaron a Servimedia fuentes de la coalición.

En esa misma línea, Isabel Vilallonga, portavoz de la coalición en el Parlamento autónomo, ha solicitado una entrevista con la ministra de Asuntos Sociales Matilde Fernández, y con Elena Vázquez, consejera de Integración Social.

Rosa Meira Coto, nacida hace 30 años en Brasil de padres españoles, percibe 32.000 pesetas mensuales -23.000 de la LISMI y 10.000 de indemnización del laboratorio que fabricó el medicamento- y vivía, hasta hace poco tiempo, con una hermana que se ha trasladado de residencia al casarse.

Tras quedar sola y tener que correr con todos lo gastos de la casa, su situación se ha hecho insostenible por los escasos ingresos que percie y la imposibilidad de encontrar un empleo.

Coto pasa sola todo el día, salvo cuando acude la persona de ayuda a domicilio, hecho que no le ha impedido cursar primer curso de Derecho, carrera que abandonó por indicación del Colegio de Abogados, ya que de terminarla "no podría ejercerla por su minusvalía".