Los mnifestantes, vestidos muchos de ellos con monos de trabajo, portaban pancartas con leyendas como "Gracias, Felipe", y coreaban eslóganes contrarios al Gobierno y al PSOE, y para pedir una solución a la crisis de la empresa.

La policía cortó el tráfico en la calle Concha Espina, donde estaban concentrados los trabajadores, y efectivos antidisturbios provistos de escudos montaron un cordón para evitar el paso de los manifestantes hacia las cercanías del Palacio de Exposiciones y Congresos.

Francisc Serrano, miembro del comité de empresa de Santana, manifestó a Servimedia que es una "vergúenza" que hubieran tardado cinco horas en llegar desde Linares a Madrid, debido a que los autobuses en que viajaban fueron detenidos dos veces por la policía.

Serrano se mostró convencido de que el propósito de estas interrupciones era impedir que los trabajadores llegasen a Madrid coincidiendo con el discurso de Felipe González a los delegados del Congreso socialista.

Afirmó que Linares es ahora "un polvoín", ya que están en juego no sólo los 2.400 empleos de Santana sino también unos cinco mil puestos de trabajo indirectos. Agregó que Linares era hasta ahota una cantera de votos del PSOE.