EL PSOE LLEVA AL CONGRESO UNA REGULACION LEGAL DE LOS DEBATES PARA HACERLOS OBLIGATORIOS EN LAS CAMPAÑAS ELECTORALES
- Proponen modificar l LOREG para reducir y reorganizar el gasto electoral y primar los debates sobre "la propaganda"
- Zapatero denuncia que Rajoy "parece tener alergia" a los debates y le recuerda que son un derecho de los ciudadanos
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El PSOE va a someter a debate en el Congreso de los Diputados una modificación de la legislación electoral para reducir y reorganizar el gasto de los partidos y dar prioridad a los debates en televisión, que serían obligatorios.
La iniciativa presentada en forma de proposición de ley, fue expuesta en rueda de prensa por el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y por el portavoz parlamentario y coordinador del programa electoral, Jesús Caldera.
Ambos se mostraron convencidos de que contará con un respaldo "muy mayoritario" entre los demás partidos, pero garantizaron que, si no sale adelante, formará parte de los compromisos con los que el PSOE concurrirá a las elecciones generales de 2004.
En virtud de esta reform de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), los medios de comunicación de titularidad pública estarían obligados a destinar espacios en horario de máxima audiencia a la celebración de debates entre los candidatos que concurran a las elecciones.
Dado que se trata de una ley orgánica de ámbito estatal, sería válida para las elecciones generales y al Parlamento Europeo, y también para las autonómicas.
Esos debates se ajustarían "a los principios de pluralismo y proporcionalidad, en reación con las representaciones parlamentarias de las fuerzas políticas".
Televisión Española, según esta reforma legal, estaría obligada a organizar al menos un debate exclusivamente entre los candidatos a la Presidencia del Gobierno designados por los partidos que en las anteriores elecciones obtuvieran al menos un diez por ciento de los votos en el conjunto del Estado.
En el caso de las elecciones autonómicas, esta obligación recaería también sobre Televisión Española o, en su caso, sobre la caena autonómica correspondiente, y en el debate participarían también los candidatos de los partidos con más del diez por ciento de representatividad en su ámbito.
La reforma preve que las cadenas privadas puedan "conectarse gratuitamente" con los espacios de debate de las públicas, con independencia de que organicen sus propios programas de debate entre candidatos.
Además de hacer obligatorios los debates, la reforma incluye una reducción, del 25 al 10 por ciento, del gasto electoral que los partdos pueden destinar a vallas y demás material soporte de propaganda.
En opinión de Rodríguez Zapatero, se trata de una iniciativa para mejorar la calidad de la democracia al garantizar que se cumple el derecho de los ciudadanos a recibir información sobre las propuestas de cada candidato.
Pretende también, según explicó, reducir las formas "más burdas" de propaganda electoral en forma de meros eslóganes en vallas y carteles, y fomentar lo que realmente proporciona información a los ciudadanos, esdecir, los debates en televisión y los espacios en radio, prensa e internet.
El líder socialista recordó que los últimos debates entre candidatos a la Presidencia del Gobierno fueron anteriores a las elecciones de 1993 entre Felipe González y José María Aznar, y de eso hace ya diez años.
Los debates, dijo, no se han estancado, sino que han retrocedido, porque el PP y su secretario general y candidato a La Moncloa, Mariano Rajoy, "los rechazan".
Se basó para hacer esta afirmación en la negatia de Rajoy a participar en el debate de Presupuestos en el Congreso de los Diputados, a su insinuación de que por el momento no habrá debates en los medios de comunicación entre ellos dos, y a sus "indicaciones" para que Esperanza Aguirre rechace debatir con Rafael Simancas.
Rodríguez Zapatero aprovechó esta reflexión para decirle directamente a Rajoy, "que parece que tiene alergia a los debates", que los ciudadanos tienen derecho a "no conformarse con una democracia de segunda".
Se mostró ademásconvencido de que esta reforma mejoraría la calidad de la vida política y el tono de las campañas electorales, ya que se pasaría "de un monólogo permanente a un diálogo, y de la confrontación y la descalificación al contraste de ideas y de propuestas".
En su opinión, el PP rechaza comprometerse a estos debates porque "prefiere la propaganda a la información, el monólogo al diálogo, el ataque, y muchas veces la mentira, a la confrontación cara a cara, sana, de ideas".
(SERVIMEDIA)
16 Oct 2003
CLC