Blanco cree que hay que analizar los resultados con serenidad "y no sacar conclusiones apresuradas". "Deberíamos abrir un período de reflexión y la organización debe tomarse un tiempo para ello, porque es preciso resolver primero tareas políticas institucionales de vital importanca", añadió. "No se deben precipitar las cosas porque haya dimitido el secretario general".

A su juicio, la marcha de Almunia le "ensalza" como político y el congreso ordinario que se va a celebrar en julio no debe servir sólo para elegir a su sustituto en la Secretaria General sino que "debe cumplir la función de ser el gérmen de un nuevo proyecto político".

Jaime Blanco estima que son necesarias "nuevas caras" que le den credibilidad a ese futuro proyecto porque "hasta ahora, y pese a lo que nosstros mismos hemos pregonado, no ha habido renovación. Hemos continuado con el mismo proyecto y las mismas caras".

El `número uno' de los socialistas cántabros estima que tres millones de potenciales votantes de izquierda no votaron el pasado 12 de marzo porque "no ha habido un proyecto capaz de ilusionarles".

"El pacto que se firmó con IU se concibió precisamente como uno de los instrumentos movilizadores, pero no se ha conseguido. Y hay que analizar por qué: si fue precipitado, si no se ha tranmitido bien. En cualquier caso, creo que el proceso de unidad de la izquierda debe continuar", señaló Blanco.