En declaraciones a Servimedia, Alique acusó al PP, y en particular a José María Aznar, de haberse convertido en "centinela de la ética política mediate un ejercicio de hipocresía", para quedar ahora en evidencia al estimar la fiscalía que Francisco Tomey falseó los presupuestos de la Diputación Provincial de Guadalajara para ocultar un déficit de 3.500 millones de pesetas.

Además, el PSOE de Guadalajara acusa al presidente de la Diputación regional de haber tenido mala fe y de haber realizado una gestión "despilfarradora e ilícita al ocultar mediante apuntes contables mendaces un déficit de más de 3.500 millones de pesetas".

Alique consideró uy significativo el silencio que está guardando el Partido Popular sobre este caso, que contrasta, a su juicio, con lo "gallardos" que se muestran los dirigentes de esa formación política para denunciar casos de corrupción de otros partidos.

En el informe sobre este caso que ha elevado a la Fiscalía General del Estado, la fiscal jefe de Guadalajara, Maria Angeles García, señala que ha investigado punto por punto la denuncia presentada por Jesús Alique el 13 de junio de 1997 y que aprecia una alteració pertinaz y continuada de los presupuestos de la Diputación de Guadalajara con el propósito de hacer pasar por auténtica una deuda que no existe y que sólo pretendía encubrir una gestión irregular de los responsables de la Diputación.