En un encuentro informativo con la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP), Alonso insistió en que la posición del PSOE es "clara, franca y solvente", y por eso mismo es compartida "por la inmensa mayoría" de los ciudadanos de toda España.

Reiteró que la clave de todo es que Barcelona puede sufrir restricciones de agua en el consumo humano si no llueve antes de octubre, es decir, no habrá agua para beber ni para satisfacer las necesidades básicas.

Por tanto, solucionar el problema es obligación del Gobierno, aseguró, y se hace de la misma manera en la que se ha afrontado en la lagislatura pasada con varios puntos de la costa levantina y se volverá a hacer con cualquier territorio que atraviese esa misma situación.

A pesar de las numerosas preguntas, Alonso no quiso pronunciarse sobre la supuesta existencia de un nuevo frente de crispación centrada en la política del agua y aseguró que lo único que debe hacer el PP es precisar si está de acuerdo o no con garantizar el suministro a Barcelona.