Eso, añadió Ibarra, lejos de ser perjudicial para el partido, es enriquecedor "siempre que la Ejecutiva lo entienda así" y en el discurso del nuevo secretario general, Joaquínm Almunia, "da la impresión que lo ha aceptado hablando en todo momento de mayorías y minorías". No obstante, el dirigente socialista extremeño señaló que "quizás yo no hubiera hablado de mayorías y minorías porque no estoy en esa Ejecutiva y me considero de la mayoría".

Ibarra reveló que, al término del discurso de Almunia, le ha hecho saber que a pesar de no haber querido entrar en la Ejecutiva puede contar con él "para trabajar intensamente".

El presidente extremeño cree que sustituir a un dirigente carismático como Felipe González obliga a la nueva dirección socialista a ser "aparenemente débil", pero "vamos a hacer todo lo posible para que sea muy fuerte en un futuro". "El objetivo es que, dentro de quince días, el PP se ponga muy nervioso. Si lo conseguimos, esta Ejecutiva habrá triunfado", comentó.

Ibarra espera, asimismo, que Alfonso Guerra acepte la oferta de Almunia de trabajar con la nueva dirección socialista "porque creo que todo, en este momento, somos necesarios".

Respecto a por qué no está en la Ejecutiva de Almunia, Ibarra recordó que Felipe González dijo en lapresentación del informe de gestión que no quería ver secretarios generales en la nueva Ejecutiva y él es "tan respetuoso con Felipe que lo he creído así y he intentado adaptarme a sus deseos".

La nueva dirección socialista es "muy homogénea" y ya nop existen los problemas que hubieron en el 33 Congreso, donde salieron "dos grupos muy enfrentados", guerristas y renovadores. "Algunos entramos en esa Ejecutiva para atornillar la fisuras que había e intentar un partido muy homogéneo". "Yo creo que ya est conseguido y no hacía falta que estuviera allí porque tengo mucho trabajo en Extremadura, que es de lo que de verdad me apasiona".