La Permanente de la Ejecutiva Federal del PSOE tuvo conocimiento en su reunión de hoy de la carta que el pasado viernes Blanco envió al secretario general del PP, Angel Acebes, comunicándole los representantes socialistas en esa comisión y los asuntos que, en su opinión, se deberían tratar en ella.

Según explicó el propio Blanco después en rueda de prensa, con esa carta quedó clara la voluntad inequívoca del PSOE de reunir "ya" esa comisión, "por nosotros, esta misma semana", antes de que el Consejo de Ministros apruebe la propuesta de reforma constitucional que enviará al Consejo de Estado.

Blanco insistió en que, desde el acuerdo alcanzado el pasado 14 de enero entre Rodríguez Zapatero y Rajoy para crear esa comisión, el PSOE ha demostrado su voluntad de acuerdo con el PP en todas las reformas previstas, y también en otros asuntos que puedan ser sugeridos por los populares.

Por ello, aseguró que no entiende el empeño del PP por decir que el PSOE no quiere esa comisión, como esta misma mañana hacía el presidente del PP, Mariano Rajoy.

Blanco se preguntó abiertamente si Acebes le entregaría la carta a Rajoy y si será la "bicefalia" en el PP lo que está originando las trabas para que la comisión sea formalmente creada y se ponga "manos a la obra".

Los socialistas no comparten la consideración del PP de que los asuntos propuestos son "menores", y recuerdan que la financiación sanitaria fue puesta sobre la mesa de las propridades por los presidentes autonómicos, también los populares.

Tampoco están dispuestos a admitir que el PP condicione la designación de los representantes socialistas en esa comisión y el propio Blanco fue contundente al apuntar que debe ser cada partido el que elija a sus delegados.

Blanco defendió el perfil de Diego López Garrido, Alfonso Perales e Inmaculada Rodríguez-Piñero como máximos responsables del partido en los asuntos que serán abordados por la comisión.

Al menos en el PSOE, aseguró Blanco, los dirigentes nacionales del partido están plenamente legitimados para tomar decisiones y hablar en nombre del partido. "Yo no estoy dispuesto a aceptar que ningún miembro de la delegación socialista tiene menos nivel que el secretario de Organización", advirtió.

Eso no será óbice, precisó, para que otros dirigentes puedan incorporarse a reuniones en las que se aborde algún otro asunto, incluso para que algunos de ellos puedan ser analizados al máximo nivel.