Almunia, que acusó al Gobierno de haber emprendido una "carrera para ver quién pone más tasas", eplicó que con esta política el Ejecutivo de José María Aznar quiere paliar los efectos de algunas medidas como la bajada de impuestos a los beneficiarios de plusvalías o la regularización de balances.

El portavoz socialista dijo que las "alegrías" del Gobierno tendrán como principales damnificados a segmentos de la población como los usuarios de los servicios públicos, pensionistas y empleados públicos, con excepción de los médicos.

Por su parte, el representante de Izquierda Unida (IU) en la Mes del Congreso, Pedro Antonio Ríos, reprochó al Gobierno que haya renunciado a subir impuestos y, porque ahora las cuentas no le salgan, los quiera cubrir con las tasas por la prestación de servicios.

"Es la forma más regresiva de financiar el Estado y nosotros tenemos una posición contraria a la introducción de tasas", concluyó.