En una rueda de prensa, el comisionado socialista Alvaro Cuesta respondió a las advertencias lanzadas por el PP después de que la comisión haya rechazado sus peticiones de nuevas comparecencias y haya comenzado la fase de conclusiones.

Cuesta sentenció que la comisión tiene "suficientes elementos de juicio y caudal de información muy importante" para zanjar su trabajo, que no consiste, insistió, en una investigación judicial, sino en un diagnóstico de la actuación de los poderes públicos y en la formulación de medidas preventivas.

El PP, dijo Alvaro Cuesta, se ha quedado sólo en la petición de nuevas comparecencias, en una estrategia que juzgó "temeraria" y que busca, en su opinión, el desprestigio del Parlamento y de otras instituciones democráticas, como la Fiscalía.

Especialmente duro se mostró Cuesta con la petición del PP de que comparezca la fiscal del caso, por entender que se trata de una solicitud "irresponsable" y que esconde una "intención un tanto perversa".

Cuesta se mostró convencido de que los populares buscan "una vendeta" contra la fiscal por haber dicho en los medios de comunicación que la única pista de los atentados recae sobre el terrorismo islamista, y quieren someterla a un "paseíllo" en el Congreso de los Diputados.

Pedir su comparecencia, aseguró, "es tanto como pretender que revele ante el Parlamento la estrategia de la investigación". El PSOE "no está dispuesto a que se use el Parlamento para dar pistas a alguno de los procesados por la masacre terrorista del 11-M", respondió.

La actitud del PP, concluyó, es "temeraria, desleal con el sistema democrático, gravemente obstaculizadora de la investigación, y contribuye a hacerle el juego" a los imputados.