Para Álvarez, "suspender este servicio implica dejar en el abandono a personas con limitadas capacidades para desenvolverse en la vida diaria", ya que supone privar de apoyo a la preparación de comidas, lavado y planchado de ropa y limpieza en general de la vivienda, y otras labores propias de la vida ordinaria doméstica.

La concejal socialista señala a través de un comunicado que se han suspendido estos servicios, al menos durante el mes de agosto, como consecuencia de la escasez de recursos humanos del ayuntamiento y por una evidente falta de planificación por parte de la empresa adjudicataria.

A su juicio, "es preciso exigir responsabilidades a las empresas por el incumplimiento de sus contratos con la administración. El ayuntamiento tiene la obligación de garantizar que las personas con dificultades tengan atención".

Según la portavoz socialista, las comunicaciones de supresión del servicio se han producido telefónicamente a cada una de las personas usuarias por parte de la empresa adjudicataria, Mapfre Quavitae, que atiende los distritos de Carabanchel, Puente de Vallecas, Villa de Vallecas, Moratalaz y Usera.