La reforma del Estatuto de Andalucía fue uno de los asuntos tratados en la reunión de hoy de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, de la que dio cuenta Blanco en rueda de prensa. Una vez que el texto ha llegado al Congreso de los Diputados, llega el momento, explicó, de hacer "los ajustes necesarios para mejorarlo" pensando en el interés general, el criterio que los socialistas establecieron para textos tramitados anteriormente.

Precisó, no obstante, que los socialistas no han entrado aún a valorar asuntos concretos del texto andaluz, como la reclamación de las competencias de gestión sobre los aeropuertos, o sobre la cuenca del Guadalquivir.

Lograr un acuerdo sobre esos asuntos será tarea del Grupo Parlamentario en un trabajo conjunto con los delegados que envíe el Parlamento autonómico. Lo que sí confirmó Blanco es que algunas de las enmiendas que los socialistas defendieron en el Parlamento andaluz con el objetivo de acercar posturas con el PP y que no se aprobaron por la negativa de este partido a transaccionarlas, serán ahora recuperadas para evitar "dudas" o "interpretaciones equívocas" sobre el contenido y las repercusiones de este Estatuto.

Blanco reiteró la apuesta decidida de los socialistas por actualizar estatutos de autonomía que han sido instrumentos de desarrollo en las comunidades, y contrastó esta actitud con la del PP, que únicamente respalda estas reformas, denunció, allá donde gobierna, como la Comunidad Valenciana o Baleares.

Se trata, según Blanco, de una "decisión estratégica" del PP consistente en combatir todas las reformas en los lugares en que así convenga por la labor de oposición. La pregunta es por qué para el PP es válido para Baleares o Valencia algo que no lo es para Cataluña o Andalucía.

Todo demuestra, en su opinión, "que la España en la que cree es sólo aquella en la que ellos dispongan de poder, todo lo demás es para ellos anti-España". Los socialistas defienden que el Estatuto de Andalucía demuestra que en el Estado autonómico "existen diferencias, pero no privilegios" y que, además, define "un terreno de juego más claramente señalado para todos".

Por eso, lamentó que el PP opte por "despreciar" las demandas de esta comunidad, como hizo, subrayó, cuando en 1981 se aprobó su primer Estatuto. A juicio de Blanco, el PP ha decidido su rechazo a este texto "fuera de Andalucía y por razones ajenas a los intereses de los andaluces", pese a lo cual los socialistas seguirán trabajando para acercar posturas y aumentar el consenso ante esta reforma.