García explicó que existe un "gran malestar" entre el profesorado de estos centros "por la premura con que se ha impuesto la obligatoriedad de someter a sus alumnos oficiales a estas pruebas".

Denunció asimismo la "desconfianza" de la Consejería de Educación en "la profesionalidad de los departamentos didácticos para elaborarlas".

La parlamentaria señaló que las pruebas han sido distribuidas en medio de "estrictas medidas de seguridad " por la Consejería de Educación y que los profesores, una vez abiertos los sobres en el plazo previsto, han detectado minutos antes de la realización de las pruebas errores de gran calibre en su elaboración, lo que "pone en tela de juicio la fiabilidad y validez de algunos exámenes".

Tras indicar que "se han detectado respuestas ambiguas en ítems de algunas pruebas de inglés e italiano", destacó que Educación "se ha visto obligada a anular en el últimomomento y con exámenes ya corregidos, alguna tarea de la prueba de francés por falta de fiabilidad".

A su juicio, se ha creado un "trastorno innecesario a los alumnos libres para realizar sus exámenes, debido al arbitrario criterio empleado por la Consejería de Educación al distribuir alfabéticamente a los alumnos entre las 30 Escuelas Oficiales de la Comunidad de Madrid, sin tener en cuenta la cercanía a sus domicilios y sin permitirles, en algunos casos, realizar dos pruebas consecutivas de un mismo idioma en el mismo centro".