El encuentro socialista reunirá a unos 1.700 alcaldes y concejales de toda España y a él asistirá también el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla. La reunión será clausurada el domingo por la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, y el presidente andaluz, Manuel Chaves.

La Convención Municipal servirá a los socialistas para formular propuestas concretas sobre el diseño del nuevo gobierno local y sobre la financiación de los ayuntamientos, dos aspectos sobre los que ya hay líneas generales de lo que defiende el PSOE.

El PSOE celebra esta Convención en un momento que considera clave dentro del actual proceso de aprobación de la nueva legislación de bases del régimen local, por un lado, y de reformas de estatutos de autonomía, por otro.

Los socialistas defienden, por ejemplo, que la Ley del Régimen Local que prepara el Gobierno reconozca expresamente a los ayuntamientos como administraciones de igual rango a la central y autonómica.

EN PIE DE IGUALDAD

De esa forma, los ayuntamientos podrán dialogar y cooperar con las otras dos administraciones en pie de igualdad, no como poderes subordinados de la comunidad autónoma en la que se ubican.

Esa misma es la reivindicación que lanzan ante las reformas de los estatutos de autonomía, dejando claro que el texto catalán, por ejemplo, garantiza esa autonomía de los ayuntamientos y es "un buen modelo".

Los socialistas centrarán sus propuestas en la idea de que la negociación sobre el nuevo modelo de financiación autonómica debe ir en paralelo a la de la financiación local, para garantizar así la suficiencia de los ayuntamientos.

Proponen, en primer lugar, que los ayuntamientos participen de los ingresos de las comunidades autónomas y que las subvenciones que reciben sean incondicionadas, es decir, no sujetas a una finalidad marcada por la comunidad autónoma o el Estado.

Los socialistas hablan de una nueva redistribución de la participación de las distintas administraciones en el gasto público, de forma que los ayuntamientos la puedan incrementar del 13,3 por ciento actual a la media europea, situada en el 21 por ciento.

MÁS RECURSOS

Ese incremento sería a costa de las comunidades autónomas y del Estado, a cuenta de los servicios que prestan los ayuntamientos por delegación de esas dos administraciones.

Pero proponen también modificar el sistema propio de los ayuntamientos para aumentar sus recursos, sin que ello suponga un aumento de la carga fiscal que soportan los ciudadanos.

Más que aumentar los impuestos, reclaman mayor autonomía normativa de los ayuntamientos en la regulación de sus propios impuestos. Por ejemplo, en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), sugieren la sustitución del valor catastral como base imponible por otro valor inmobiliario de referencia que refleje el comportamiento del mercado.

Con una mayor flexibilidad normativa, dicen los socialistas, los ayuntamientos podrían, por ejemplo, incluir en sus tributos propios mecanismos para gravar la especulación inmobiliaria o para incentivar la renovación del parque automovilístico y reducir con ello la contaminación.

Pese a reconocer algunos logros en los objetivos de los ayuntamientos gracias a la gestión del Gobierno de Rodríguez Zapatero, el PSOE considera necesaria una acción concertada local para que los consistorios busquen respuestas unitarias a sus demandas de autonomía local.