La senadora argumenta que las infraestructuras de telefonía móvil "tienen y seguirán teniendo una gran expansión en todo el territorio de nuestro país, lo que conlleva la existencia de un gran número de instalaciones que, en su ntorno, generan campos electromagnéticos susceptibles de originar efectos perniciosos para la salud de los ciudadanos".

"Por ello, en nuestra sociedad es creciente la sensibilización y preocupación por la seguridad de la salud en relación con el número de instalaciones base y antenas de telefonía móvil, sobre todo en los núcleos más poblados, máxime cuando organizaciones internacionales, científicos y expertos insisten en que es necesario proteger a los ciudadanos contra los efectos nocivos para la saud", argumenta.