"Las ansias mediáticas y la precipitación de Zaplana y su equipo dan luz verde a un Plan Nacional de Accesibilidad que nace con una grave descapitalización en los contenidos y en el alcance real de las iniciativas, que además se presentan con la acostumbrada parafernalia a l que es tan dado el titular de Trabajo", señaló Rumí.

A su juicio, ambos planes contienen "graves déficit de partida, plazos dilatados en exceso, carencia de compromiso de determinados ámbitos de la propia Administración e incertidumbres muy serias en cuanto a su financiación".

En referencia al Plan de Accesibilidad, dijo que "no satisface las expectativas depositadas tras tan larga espera y, además, nace con una evidente contradicción, porque el proyecto de Ley de Igualdad de Oportunidades y No iscriminación de Personas con Discapacidad, en tramitación parlamentaria, establece un plazo de dos años para determinar las condiciones básicas de accesibilidad, y ahora, el mismo ministro aprueba un plan que no puede atenerse a unos criterios de obligada observación, porque todavía no han sido establecidos".

En cuanto al Plan de Inclusión Social, Rumí afirmó que no parece aportar ninguna novedad de relieve con respecto al aprobado hace dos años y "el Gobierno se limita en lo fundamental a reunir laspolíticas de inclusión que desarrollan las comunidades, en un intento de presentarlas como propias".