Esta es una de las conclusiones de las jornadas sobre "La política agraria en la Agenda 2000" celebradas por el PSOE durante este fin de semana en Madrid.

En las jornadas han participado, entre otros, el secrtario de economía socialista, Juan Manuel Eguiagaray; la portavoz en la Comisión de Agricultura del Congreso, Ana Leyva; el presidente de la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo, Juan Colino, y responsables agrarios de todas las comunidades autónomas.

Los socialistas mostraron su preocupación porque en los próximos meses la UE definirá la orientación de la Política Agrícola Común para la próxima década y las regulaciones concretas en sectores de extraordinaria importancia para España, como e aceite de oliva, el vino o el plátano.

En su opinión, la política común agraria debería de ser "más dinámica y activa, basada en una igualdad entre los agricultores europeos que fomente la participación de las comunidades autónomas y organizaciones agrarias en la toma de decisiones comunitarias, que module las ayudas comunitarias no en función de criterios económicos, sino también sociales, laborales y de desarrollo local".

Además, los socialistas creen que sería necesaria una política que impule la cohesión social y territorial, con el objetivo prioritario de crear empleo, que mantenga la equidad en el tratamiento de todos los sectores agrarios y que revalorice socialmente la actividad agraria como agente fundamental en el desarrollo rural y en el respeto al medio ambiente.