Rodríguez Zapatero expresó a Servimedia su convencimiento de que, "si Convergencia i Unió plantea nuevos elementos de debate que vayan más allá del pacto de legislatura, habrá cesiones por parte del Gobierno".

Por tanto, según el dirigente socialista, la clave está en "la salvedad" formuladapor el vicepresidente del Gobierno al matizar que "esa negociación será en una próxima legislatura".

Puesto que CiU "está planteando ya esos elementos", Rodríguez Zapatero concluye que "Alvarez Cascos piensa que la legislatura va a ser corta", quizá por una "coincidencia de intereses" entre el Gobierno y CiU, ya que el Gobierno, sentenció, es "un amante fácil" de CiU.

El acuerdo global entre PSOE y PP en materia de política autonómica es, a su juicio, "imprescindible", ya que "todo sistema que nocuente con ese respaldo y sea fruto de un acuerdo bilateral está llamado a ser provisional, y no cumplirá la misión de integración que tiene conforme al esquema constitucional".

A pesar de que reconoció que un consenso entre ambos partidos en cuanto al aspecto concreto de la financiación de las autonomías "es difícil", Rodríguez Zapatero agregó que el Gobierno "ni siquiera lo ha intentado porque ha regateado en corto jugando al corto plazo a tener el acuerdo con CiU y seguramente cada vez está más arrpentido de no haber llegado a un acuerdo global con el PSOE".

En su opinión, este problema afecta "a todas las autonomías y no sólamente a CiU y al PNV". Por eso, tachó de "despropósito" las declaraciones de Ignasi Farreres, secretario general de Unió Democràtica de Catalunya, en las que calificaba de "barbaridad" el posible pacto autonómico entre PSOE y PP y aseguraba que, si sale adelante, el acuerdo actual entre el Gobierno y CiU "debería revisarse".