Caldera considera que la reforma que pretende el Ejecutivo tiene un carácter "autoritario" y "abolutista" y, en ese caso, advirtió de que no contará con el apoyo del PSOE.

Indicó, ademas, que este talante ha sido advertido por las asociaciones de jueces, que incluso en el caso de la conservadora Asociación Profesonal de la Magistratura ha expresado su malestar por las palabras del ministro.

Según explicó Acebes, la intención del Gobierno es realizar una reforma que garantice la independencia de tribunales y jueces, su profesionalidad y su sometimiento a la ley y el derecho.

Desde el punto de vista de Caldera, esas manifestaciones revisten una extrema "gravedad" puesto que insinúan que los tribunales y los jueces no son independientes, profesionales, ni están sometidos a la ley y el derecho.

Los socilista atribuyen esta reacción del Gobierno al hecho de que se han dictado sucesivamente dos sentencias desfavorables a sus decisiones en el "caso Liaño" y en el de la congelación salarial de los funcionarios en 1997.

Caldera insistió en que es "intolerable" que algo tan trascendente como la reforma de la justicia se haga en tono de "amenaza" y advirtió de que la judicatura "no merece ataques tan desmedidos como los del ministro de Justicia".

El portavoz socialista coincide, sin embargo, con el Goierno en que es necesaria una reforma de la justicia, aunque no bajo los presupuestos actuales, ni en respuesta a decisiones judiciales que han sido adversas para el Ejecutivo.