Este método significa que los candidatos se someterían a una votación por parte de los delegados. El ganador de esta elección, cualquiera que fuera el porcentaje, sería el secretario general electo. Posteriormente, y ya como en anteriores congresos, habría una votación final de éste con su Comisión Ejecutiva.

El objetivo argumentado por los defensores de esta fórmula es que permitiría una confrontación entre todos los candidatos y una osterior integración, pero cuando ya el Congreso haya manifestado su preferencia por un candidato.

Las fuentes consultadas aseguraron que es la mayoritaria entre las federaciones, después de las consultas efectuadas por el presidente de la Comisión Política, Manuel Chaves, con los aspirantes a la Secretaría General, con los dirigentes territoriales, y con cabezas de delegación.

La propuesta de la Comisión Política deberá ser sometida a la votación de los delegados al 35 Congreso, que es soberno para establecer sus propias reglas de juego.

Esta es la fórmula deseada por José Bono, que ya anunció que, en caso de que hubiera una segunda vuelta, él no concurriría a esa votación.

A pesar de que esta fórmula es la que más respaldos ha obtenido, la dirección socialista no descarta que su aprobación en la Comisión Política pueda producir alguna reticencia por parte de alguno de los aspirantes a la Secretaría General.

RESPALDO DE ANDALUCIA

Esas posibles críticas quedarían zanjada, en cualquier caso, por la posición del PSOE de Andalucía, que el próximo miércoles hará público un documento en el que dejará claro su respaldo a la gestión de su secretario general, Manuel Chaves, al frente de la Comisión Política.

Ese documento, cuyo borrador surgió de la reunión que celebraron los secretarios provinciales andaluces el pasado miércoles, será debatido este fin de semana en encuentros de cada uno de los secretarios con los delegados de su provincia y concluido en la reunión que ceebrarán de nuevo todos los secretarios provinciales el próximo martes.

Esta fórmula deberá ser debatida por la Comisión de Estatutos creada en el propio 35 Congreso, y posteriormente sometida a la ratificación de los delegados.

Una vez aprobado el método de elección de la dirección, el plenario del Congreso elegirá a los miembros que compondrán la Comisión Electoral, ante la cual habrá que formalizar las candidaturas.