Así lo reivindicó en rueda de prensa en Ferraz el portavoz federal del PSOE, Felipe Sicilia, tras destacar el “positivo” acuerdo publicitado minutos antes entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Juan José Omella, sobre las inmatriculaciones, tras la visita del jefe del Ejecutivo a la sede episcopal.

Sicilia subrayó que este “primer” acuerdo sobre este asunto supone que “son cerca de mil inmuebles los que la Iglesia ha reconocido que no son de su titularidad, que habían inmatriculado de manera incorrecta y ahora pasan a la posibilidad de ser requeridos por sus legítimos propietarios”.

Un “buen acuerdo”, dijo, que nace de la colaboración conjunta de ambas instituciones y cuya “labor continúa” en el marco de la Comisión de Inmatriculaciones creada entre ambas partes, a partir del listado remitido por el Gobierno al Congreso de los Diputados en cumplimiento de la proposición no de ley de 17 de febrero de 2017 sobre los bienes inmatriculados por la Iglesia católica en el periodo 1998-2015.

Así las cosas, Sicilia reivindicó que “el Gobierno se sienta, habla, dialoga y llega a acuerdos con la Iglesia española; habla, dialoga, se sienta, y llega a acuerdos con los empresarios; se sienta, dialoga, habla y acuerda con los sindicatos; dialoga, habla y llega a acuerdos con el resto de las fuerzas políticas del país, aprobando leyes o el Presupuesto. Y con los únicos con los que no hay manera de poder llegar a acuerdos es con el Partido Popular de Casado, que ha hecho del PP el partido del bloqueo, y ahí está la renovación del Consejo General del Poder Judicial”.

Para Sicilia, Casado ha hecho del "negacionismo" el eje de su acción política, y afirmó que le gustaría contar con el apoyo del PP en la convalidación del Real Decreto Ley de la Reforma Laboral. “El PSOE y el Gobierno se sentaría muy cómodo si la apoyan los 350 diputados” porque, aseveró, “merece el respaldo de todos”.

Así las cosas, y pese a las preguntas, Sicilia no aventuró los apoyos con los que cuenta el Ejecutivo ni el PSOE para la reforma laboral, pero se mostró convencido de que saldrá adelante en el Congreso.

Subrayó que el acuerdo cerrado entre sindicatos y patronales impulsa un marco de las relaciones laborales más positivo que el actual por lo que preguntó a las formaciones políticas que no lo apoyen si “prefieren” el modelo “impuesto” por el PP con la modificación de 2012.