Borrell puso como ejemplo de este tipo de comportamiento al ex director de la Guardia Civil, Luis Roldán, y afirmó que los casos de corrupción que han afectado al PSOE han sido la causa de la derrota electoral de marzo de 1996, cuyo resultados "han embarcado al país en una aventur peligrosa" bajo el gobierno del PP.

A los populares, les recordó en este terreno que hombres como Roldán están pagando sus responsabilidades penales en la cárcel y que el Partido Socialista ya ha pagado su responsabilidad política al perder las elecciones del 96, por lo que les pidió que no se escondieran tras el biombo del pasado para eludir la crítica.

El dirigente socialista hizo estas manifestaciones en la clausura de la conferencia organizada por los socialistas de Vizcaya bajo el doble lem "Cambiando para el futuro", "Cambiando el futuro", en la que se ha hecho un análisis crítico de los 13 años de gobierno del PSOE y se han propuesto ideas que sirvan para elaborar la alternativa socialista a la derecha en el siglo XXI.

El ex ministro destacó el significado de los dos lemas refiriéndose tanto al cambio interno que es necesario en el partido, como al cambio de la sociedad al que el PSOE deberá contribuir en el futuro.

En el plano interno, Borrell reconoció que los socialistas han sdo "confiados" permitiendo que proliferaran los casos de corrupción, contra lo que sólo será efectivo estar "vigilantes" para "prevenir y corregir" posibles "desviaciones".

Este reconocimiento no significa que los socialistas no puedan estar "armados de orgullo" por haber sido protagonistas de la "primera revolución pacífica que se ha vivido en nuestro país".

A juicio de Borrell, el 34 Congreso del partido que se celebrará en el mes junio debe suponer una renovación interna significativa, aunque idió que ese cambio necesario no se peronalice en nombres propios concretos, porque el partido no "son los nombres concretos sino el valor moral que representa".

FIEL DE LA BALANZA

Según dijo, el PSOE "representa el punto de equilibrio sin el cual este país se romperá y es la única fuerza capaz de situarse en el fiel de la balanza".

Por tanto, entiende al Partido Socialista como la única fuerza política capaz de vencer las dos amenazas que se ciernen sobre el futuro: el creciente poder del dineo y la búsqueda de una identidad excluyente y racista.

En este sentido y ya en el plano de lo que los socialistas tendrán que cambiar en el futuro, Borrell se refirió a la necesidad de que la preponderancia del dinero sobre otros valores quede limitada. Así, rechazó que la Unión Europea quede convertida en un espacio de libre comercio sin un poder político fuerte que dirija la evolucion libre de los mercados.

Defendió la creación de un mundo más preocupado por los problemas sociales que por los vivenes del mercado. "Una Europa mercantil es necesaria, pero no suficiente", dijo a la vez que rechazó la visión de quienes dicen que la Europa económica va bien, porque "la economía no puede ir bien cuando tenemos 100 millones de pobres y un 12% de parados en la UE".

Borrell advirtió del riesgo que supone, a su juicio, el gobierno de una derecha despreocupada de los problemas sociales que deja la solución de todos los conflictos al mercado.

Acusó al PP de haber violado en tiempo récord todas laspromesas que había hecho antes de las elecciones, de haberse entregado sin pudor a las exigencias de CiU y Jordi Pujol y de ocultarse tras "el burladero del pasado para evitar que hablemos de su presente".