Bono cree que mañana el Comité Federal, tras un debate y una autocrítica de sus propias actuacines, alcanzará un acuerdo que resolverá las diferencias entre el secretario general y el candidato a la Presidencia.

En declaraciones a Radio Nacional, Bono opinó que este es un problema de orden político, no personal, entre Borrell y Almunia. Para el dirigente socialista castellano-manchego, el poder dentro del PSOE ha tenido un fuerte carácter personalista en los últimos 20 años, representado en la figura de Felipe González, que con un alto índice de popularidad y gran capacidad para captar votos, s convirtió en el elemento catalizador del control del partido.

"Por primera vez en nuestra reciente historia tenemos un candidato a la Presidencia del Gobierno que no coincide con la Secretaría General. Este es el problema de fondo, del que surgen disfunciones", indicó, para agregar que "al secretario general le asiste, y a la Ejecutiva, la legitimidad que nace de un congreso, y al candidato le asiste la legitimidad que nace de unas primarias (...) Son legitimidades diferentes que tenemos que coordina a fin de que el candidato tenga un protagonismo creciente ante la sociedad".

Bono cree que el mejor modo de poner fin a esta crisis es que el Comité Federal establezca un sistema de trabajo en el que el secretario general, los miembros de la dirección y el candidato a la Presidencia trabajen de manera coordinada, de forma "que no haga falta preguntarse quién es el interlocutor o quién es el portavoz".

Por otro lado, dijo que la oficina de Borrell debería ubicarse en la sede central del PSOE, en a calle Ferraz, en vez de estar separada, y que ésto se vea sin recelos de ningún tipo.