Triay se arrogó el apoyo de la Ejecutiva Federal y del Gobierno asegurando que así se lo habían manifestado personalmente en un contacto telefónico el secretario de Organización, Cipriá Ciscar, y el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Según explicó, este apoyo se corresponde "con el interés tanto de la dirección federal socialista como del Gobierno por estabilizar la situación y promover una nueva Ejecutiva renovadora". Transcurrida gran parte de la segunda jornada del VII congreso de los socialistas baleares, los sectores renovador y crítico no lograron consensuar una candidatura única.

Triay, el candidato propuesto por el secretario regional saliente, Joan March, declaró que su rival, Ramón Aguiló, "no dispone de ninguna posibilidad", e indicó que las negociaciones proseguirían hasta altas horas de la madrugada con el fin de intentar lograr un acercamiento.

Aguiló anunció su disposición a mantener su canddatura, lo que hace prever que los delegados se verán abocados a votar dos listas enfrentadas.

Por otra parte, Triay dijo que lamentaría que Félix Pons abandonara la presidencia regional del partido si, como anunció éste, ganara su candidatura.