Los populares emprendieron la batalla para habilitar esos meses de vacaciones parlamentarias e integrarlos en los períodos ordinarios de sesiones. La duración de los mismos está regulada en la Constitución, por lo que se dirigieron al PSOE para proponerle una reforma de la Carta Magna.

El Grupo Socialista se mostró receptivo a la propuesta de ampliar los trabajos de los parlamentarios a esos meses, pero prefiere abordar ese cambio vía Reglamento del Congreso, y no remitirla a una reforma constitucional que es tanto como dejarla en "el limbo", según dijo Alonso en rueda de prensa.

Para justificar esta postura, el portavoz socialista recordó que están pendientes desde hace años otras reformas de la Carta Magna, para modificar las condiciones de sucesión a la Corona, incorporar la Constitución Europea y recoger la reforma del Senado, y que no se han abordado por la dificultad de alcanzar los acuerdos necesarios en el Parlamento.

En suma, a Alonso esta reforma constitucional le parece "un planteamiento exagerado" para un asunto que "se puede resolver con una reforma del Reglamento del Congreso y del Senado".

De hecho, reconoció, en el Grupo Socialista "lo llevamos estudiando unos días", tras lo cual han llegado a la conclusión de que "respetando las previsiones constitucionales y activando de modo adecuado y sistemático la Diputación Permanente, se pueden cubrir esos dos meses, de modo que los ciudadanos sigan representados en el trabajo de las cámaras".

Aseguró que esa será su propuesta en la Junta de Portavoces de mañana. El Grupo Socialista está manteniendo contactos con el resto de partidos para recabar un apoyo mayoritario a su iniciativa.