Estévez se ha mantenido al margen de los enfrentamientos generados en Galicia por la elección de delegados al 33 Congreso Federal, para mostrar su desacuerdo por el pulso de poder. En declaraciones a Servimedia, auguró que el PSOE gallego camina hacia una nueva ruptura omo la sufrida en el congreso regional celebrado en Orense en 1985.

En ese congreso fue cuando accedió al poder el actual secretario general, Antolín Sánchez Presedo, que sólo logró para su ejecutiva el 32 por ciento de los votos de los delegados, siendo el resto abstenciones. Presedo obtuvo desde entonces cómodas reelecciones en los congresos celebrados en A Toxa (Pontevedra), en 1988 y en Santiago, en 1991.

En opinión de Xerardo Estévez, en el PSOE gallego se vive ahora una fase de "querer hacese daño, y se lo están haciendo". Frente a ello, y dando la vuelta el eslogan que llevó Presedo a las pasadas elecciones autonómicas ("Os tempos son chegados"-Ha llegado el momento), el alcalde compostelano afirmó que "mi momente no ha llegado, no entro, no juego, me quedo fuera".

Estévez advierte que sus compañeros de partido, enfrentados en segmentos que parecen irreconciliables, caen en el error de creer que los ciudadanos comprenden estas luchas: "Creo que no lo entienden y que vamos a pagar a preio de oro el querer hacernos daño. No puedo aportar más ruido a esa guerra y creo que hago lo correcto al quedarme al margen", dijo a Servimedia.

Xerardo Estévez mantiene que en el PSOE gallego todos fueron ya amigos y enemigos de todos y que "con estos mimbres no haremos un partido moderno, autonomista y socialdemócrata", por lo que es partidario de una apertura a la sociedad: "Yo haría las cosas de otra manera, estoy seguro. Mis tiempos no han llegado", insistió.

El nombre de Estévez se ha baraado en los últimos meses como posible relevo de Presedo al frente del PSOE gallego, aunque él siempre ha eludido pronunciarse sobre esta cuestión.

Estévez manifestó a Servimedia que los deseos de hacerse daño entre sectores están causando daño al conjunto de militantes y votantes y se pronunció en favor de realizar un debate de ideas antes de determinar quién ejerce el poder para llevar las ideas a la práctica: "Aquí sólo hay luchas por el poder", dijo, y añadió que "si yo me metiera en este conflictolos ciudadanos de Santiago no lo entenderían".

Estévez cree que "volvemos a lo que fue Orense, una ruptura", y critica que la militancia se haya visto forzada a definirse como renovadora o guerrista, cuando a su juicio no tenía que haberse definido.