Valenciano señaló que Rajoy está respaldando "nada más y nada menos que una conducta que no debería salirle gratis a nadie: imputar a un Gobierno y a su presidente una gravísima acusación de espionaje ilegal, poniendo en un brete al Estado de Derecho, sin que el PP haya presentado pruebas, ni acudido a los tribunales". En su opinión, "ahora ya podemos decir que esa acusación es rotundamente falsa".

La dirigente socialista calificó de "lamentable" la reacción de Rajoy, que llega "tarde y mal, a los cinco días de las declaraciones intolerables de De Cospedal, que simplemente buscan levantar cortinas de humo con tal de no dar explicaciones sobre las relaciones de sus dirigentes con las tramas corruptas".

Valenciano considera que Rajoy se limita "a echar balones fuera", obviando "lo que dejó probado el auto del Tribunal Superior de Justicia de Valencia sobre Camps: que el presidente valenciano mintió y recibió regalos, de manera continuada, de una trama corrupta que manejó contratos públicos de la Administración autonómica por valor de varios millones de euros".

La dirigente socialista interpreta esta actitud como "una estrategia muy meditada del PP, cuyo autor intelectual es el propio Rajoy, para distraer la atención de la opinión pública sobre los casos de corrupción que les asfixian".

Esta táctica pretendería, además, ir "sembrando dudas e intentando amedrentar a todos aquellos que investigan las tramas corruptas del PP", por lo que, conforme avancen las investigaciones judiciales, el PP irá introduciendo "más tensión y la crispación en la vida política, una estrategia a la que el PP está abonado".

Valenciano recordó a Rajoy que el cometido de la Policía, los jueces y los fiscales es "investigar y perseguir el delito, sea quien sea el presunto delincuente", y que "los responsables políticos en una democracia, además de responder ante los tribunales, tienen la obligación de responder ante la ciudadanía". ¿O es que Rajoy está pidiendo impunidad ante presuntos delitos cometidos por miembros de su partido?", concluyó.