Así respondió el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, Diego López Garrido, al anuncio del PP de pedir la reprobación de Alonso por la detención "ilegal" de dos militantes tras la manifestación en la que José Bono denunció haber sido agredido.

Los populares han pedido además al juez que llame a declarar a los dos ministros para aclarar esas dos detenciones, algo que el PSOE juzga "exagerado, desproporcionado". "Lo histriónico, en política, se converite en irrelevante", advirtió.

En respuesta a las acusaciones del PP, López Garrido aseguró que lo realmente intolerable es que se acuse a un ministro del Gobierno de cometer un delito, como es una detención ilegal, "sin ningún tipo de prueba o indicio".

López Garrido aseguró que el PP está intentando "hacer juicios paralelos" y crear entre los ciudadanos "un estado de opinión que influya en los procesos judiciales", todo para desarrollar "una estrategia de confrontación" que ademas acentúa, como es este caso, al final de cada periodo parlamentario.

Lamentó, finalmente, que el blanco en esa ocasión haya sido Alonso, un ministro caracterizado "por su eficacia, mesura, y exquisito cuidado en las relaciones con la oposición".