La portavoz socialista, Maru Menéndez, indicó que esta propuesta "perjudica la conciliación entre trabajo y vida familiar, es contraria a la seguridad y a la salud en el trabajo y abre la puerta a prácticas de competencia desleal entre empresas".

A su juicio, la directiva con la que se pretende ampliar la semana laboral "rompe con la tradición del Derecho Laboral europeo y quiebra los principios que establece el nuevo tratado de la Unión Europea".

Menéndez manifestó que las actuales 48 horas laborales a la semana "han supuesto una constante en el Derecho Laboral europeo, tanto a nivel nacional como, con la formación de las Comunidades Europeas, en el marco comunitario".

Además, declaró que "su probado éxito en las relaciones laborales ha llevado incluso en algunos sectores y en algunos países a reducir el tiempo semanal de trabajo a las 35 horas".

"Hemos conocido en los últimos días que las autoridades comunitarias pretenden ampliar el tiempo máximo de trabajo semanal hasta las 60 horas de modo general y hasta las 65 para determinados sectores, dejando a la negociación individual entre trabajador y empresario la fijación de las horas concretas de trabajo semanal, en una práctica conocida como 'opting out'", manifestó.

RETROCESO HISTÓRICO

En opinión del PSM, la ampliación a 60 horas del tiempo de trabajo semanal es un "retroceso histórico en las relaciones laborales y en las costumbres europeas en el ámbito del trabajo", cuando"la construcción europea se debe sustentar en las mejoras sociolaborales de los ciudadanos y ciudadanas de la UE, y no en priorizar medidas de calado económico de dudoso beneficio para la sociedad".

La parlamentaria socialista agregó que "dejar a la negociación individual entre el trabajador y el empresario la fijación de las horas máximas de trabajo semanal supone menoscabar otro de los pilares fundamentales de nuestro sistema de Derecho Laboral, como es la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37 de la Constitución".

La iniciativa del PSM, que se debatirá en el próximo periodo de sesiones, plantea que la Asamblea de Madrid exprese su "confianza en el diálogo social y en la negociación colectiva, reconocida en la Constitución, como medios para la adopción de acuerdos entre los agentes sociales en el ámbito laboral".

Además de rechazar la ampliación del tiempo máximo de trabajo semanal a 60 horas y de apoyar las 48 horas, se solicita a la Cámara que exprese su apoyo al Gobierno de España para que "emprenda las iniciativas oportunas en el ámbito comunitario de cara a mantener la actual semana laboral de 48 horas y la vigencia de la negociación colectiva como vía para alcanzar acuerdos en el ámbito laboral".