A diferencia de las dependencias consideradas "clásicas" como el alcohol, el tabaco o ciertos fármacos, las nuevas adicciones no están relacionadas con el consumo de sustancias, sino con la práctica de actividades muy vinculadas a la vida cotidiana.

Comprar, trabajar, navegar por la Red o hacer deporte pueden ser para la mayoría de personas actos normales que no entrañan ningún problema, pero que para muchas otras representa una auténtica obsesión que se transforma en compras compulsivas, consideración del trabajo como única preocupación o cibersexo durante varias horas cada día.

"Es el riesgo de vivir en la sociedad de la abundancia, en la que disponemos de más recursos y medios que nunca, pero en la que todo es adictivo y en donde no se prohíbe tanto como antes, sino que a cada uno se le exige autocontrol", afirmó el autor en la presentación del libro.

A su juicio, la forma de enfrentar estos problemas pasa ante todo por no tratar a estos adictos como enfermos crónicos, tal y como cree que hacen los denominados "grupos de autoayuda", contra los que vierte duras críticas en la obra.

González Muro explicó que Alcohólicos Anónimos fue la primera entidad de este tipo y después le han salido imitadores en el resto de adicciones: Sexólicos Anónimos, Workaholics Anonymus (Adictos Anónimos al Trabajo), etc.

"El modelo de Alcohólicos Anónimos lo ha copiado el resto: los que se someten a su tratamiento se confiesan indefensos e impotentes frente a un estímulo, y desarrollan una pseudoidentidad que les hace vivir sólo para no caer de nuevo en la adiccción y que confían en una ayuda casi divina", afirmó el autor, quien subrayó el hecho de que estos grupos de autoayuda tengan su sede central en Nueva York y cobren "sólo la voluntad", por lo que ingresan mucho más que si tuvieran honorarios fijos.

González Muro está seguro de que, dentro de unos años, el "negocio" del tratamiento de las adicciones desembocará en la aparición de fármacos específicos.

Ni los grupos de autoayuda ni los fármacos cree que sean la solución. "Sólo cuando el presunto adicto no se ampara en su condición de tal", señala el experto en el libro, "cuando no acepta las múltiples presiones que recibe para ello y se constituye como un sujeto moral, con competencia para decidir entre deseos, normas y realidad, puede comprender sus problemas y tratar de resolverlos. Entonces la ayuda puede ser eficaz. Y puede curarse".

González Muro es psiquiatra en el Hospital Gregorio Marañón de Madrid y es autor de títulos como "Historia de la locura en España" y las biografías psicológicas de Franco y Felipe González.

En la presentación, el profesor de Psicopatología en la Universidad Complutense Guillermo Rendueles auguró que el libro le traerá muchos problemas al autor porque descubre la "falsedad" de los grupos de autoayuda.