Díaz, que asistió junto a otros ponentes a la presentación del curso "Enfermedad de Alzheimer", que se imparte durante esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, explicó que se están realizando estudios sobre l aplicación de la psicoestimulación, como complemento de los tratamientos farmacológicos, para "ralentizar el avance" de la enfermedad y evitar que el paciente "se sienta apático y desorientado"

La presidenta de AFAF recordó un estudio realizado en el País Vasco por el cual se demostró que, al fomentar los ejercicios de memorización y el desarrollo de actividades sociales, junto a los familiares y cuidadores, el paciente logra disminuir los síntomas de la enfermedad en su capacidad cognitiva. En este entido, afirmó que es "muy importante que el enfermo se sienta una persona activa y no se quede paralizado en su casa".

Al acto asistió también el profesor y consultor de Neurología de la Universidad de Navarra, José Manuel Martínez Lage, quien explicó que el clima que respira la comunidad científica, en lo que a la enfermedad de Alzheimer se refiere, es de "franco optimismo". El neurólogo vaticinó que en los próximos diez años se aplicarán los avances obtenidos en los laboratorios para conseguir "solcionar el problema".

Asimismo, Lage manifestó su satisfacción por "el estado de la investigación farmacológica" y aseguró que el 1 de enero de 2003 saldrá al mercado un nuevo medicamento, llamado memantina, que mejorará a sus antecesores en la eliminación de los síntomas del Alzheimer.

Además, el profesor expuso la relación que existe entre las afecciones cardiovasculares y las cerebrales. "Claramente todo lo que es un elemento de riesgo para el corazón lo es también para el cerebro y viceversa",aseguró. Por lo tanto, "factores como el incremento de la tensión arterial, el exceso de colesterol, el consumo de tabaco, y la falta de ejercicio diario pueden facilitar la aparición de Alzheimer".

En cuanto a la incidencia de la enfermedad en España, Lage dijo que, anualmente, se produce un caso nuevo de Alzheimer por cada mil personas mayores de 65 años, mientras que en mayores de 80 años el índice se reduce considerablemente, hasta uno de cada diez.