Zapatero hizo estas manifestaciones en un breve encuentro con periodistas antes de reunirse a comer con dirigentes y militantes del PSE en San Sebastián, donde acudió hoy para explicitar el apoyo de la Ejecutiva Federal "a los compañeros del PSE" que tienen que celebrar un congreso extraordinario en el mes de marzo.

El líder socialista insistió en que es "una persona de principios firmes y de coherencia", y como tal, se popuso cuando llegó a la secretaría general del PSOE "expulsar de la vida política española el uso electoral y de confrontación política de la lacra del terrorismo. Yo lo he cumplido fielmente y lo seguiré cumpliendo".

Por ello, dijo sentirse "legitimado" para decir a Aznar y al PP que "no utilice el terrismo en la confrontación política y en el interés electoral".

Recordó que ese fue "uno de los objetivos" del Pacto Antiterrorista "que propuse y que el PP aceptó, después de alguna duda inicial". Me siguieron en esa política", continuó, "y ha dado unos resultados positivos para la confianza de los españoles y para la lucha contra el terror, y ahora les exijo que nos sigan en la política de respetar la democracia interna de los partidos".

En este sentido, pidió a los populares que "escuchen y que respeten las ideas que el PSE, y el PSOE apoyándole, va a poner encima de la mesa para ganar más tiempo, más terreno y más fuerza en defensa de las libertades y por ver el fin de ETA y del terror".

Zapatero no quiso hacer un análisis de la situación interna del PSE tras la dimisión del ex secretario general de los socialistas vascos, Nicolás Redondo Terreros, y su renuncia a presentarse a la reelección y aseguró que este asuntos lo tratará con sus compañeros de partido en la comida de hoy.

El secretario general del PSOE llegó a San Sebastián acompañado del secretario de Organización, José Blanco, del portavoz parlamentario, Jesús Caldera, y del responsable de Política Municipal de la Ejecutiva ederal, Alvaro Cuesta.