A juicio de los investigadores policiales, en los delitos de violación la identificación de la víctima y otras pruebas policiales no científicas son las principales bazas judiciales para iculpar al violador. Además, se da la circunstancia de que los autores de una violación suelen inculparse.

De acuerdo con las mismas fuentes, en los casos de violaciones en serie, cometidas por un mismo individuo, la citada prueba también resulta muy válida para establecer la conexión entre casos que, en principio, por el "modus operandi" podrían parecer obra de distintos violadores.

No obstante, la policía considera que la prueba es indispensable para determinar la autoría de delitos de sangre diíciles de resolver, sobre todo porque no se tienen pruebas ni indicios que les lleven hasta los culpables.

El archivo que pretende crear el Gobierno sería un instrumento muy eficaz para aclarar muchos crímenes sin resolver, según la policía, que sin embargo no puede precisar el número de casos de estas carácterísticas que constan en los archivos policiales españoles.