Chaves fue el encargado de exponer en rueda de prensa los objetivos de la reunión del Consejo Territorial del PSOE, cuyos miembros, todos los presidentes atonómicos y secretarios generales de federaciones, han sido convocado en la localidad cántabra de Santilla del Mar para debatir y analizar el modelo de Estado que los socialistas defenderán en toda España.

Los socialistas no ocultan que con esta reunión tratan de plasmar la existencia de un modelo alternativo al del PP pero también, y gracias a ello, frenar el ataque frontal que José María Aznar está lanzando contra ellos a cuento de sus diferentes opiniones sobre el modelo territorial y las propuesta sugeridas por algunos de sus dirigentes, como Pasqual Maragall.

Comenzó por ello Chaves insistiendo en que los socialistas han defendido siempre la misma idea de España, desde que se aprobó la Constitución, en 1978, hasta ahora, pasando por sus catorce años en el Gobierno central. Su modelo de Estado, aseguró, "encaja perfectamente" en la Constitución y su límite es, precisamente, el título VIII de la Carta Magna.

Sus pilares fundamentales, explicó, son la unidad política de España y la pluralidd del Estado como base de esa unidad. "Todo lo que esté fuera de la Constitución no tiene sentido para nosotros", garantizó Chaves.

Pasó a continuación a reivindicar activamente el papel del PSOE en el desarrollo de esa Constitución, al afirmar que el actual Estado autonómico "se debe en gran medida" a la gestión de los socialistas, y el modelo "no se entiende sin el papel fundamental" jugado por este partido desde los gobiernos central o autonómicos o desde la oposición.

Este papel lo contrapusoa las duras críticas vertidas contra la Constitución en sus primeros años de vida por actuales dirigentes del PP, entre los que nombró expresamente al propio José María Aznar, a Francisco Alvarez Cascos, y a Manuel Fraga.

En el año en el que se cumplirá el vigésimo quinto aniversario de la Carta Magna se vive una situación "insólita y llamativa", a juicio de Chaves, y es ver cómo "quien llegó el último, ahora se quiere convertir en el dueño de la Constitución y expulsar de la misma a todos los españols que no están de acuerdo con él, entre ellos a los socialistas".

Esta actitud es, en su opinión, "el ataque más brutal que se puede hacer contra la letra y el espíritu de una Constitución". Aznar, añadió, al intentar "apropiarse" de este texto, lo que está haciendo es "debilitarlo" y, con ello, haciendo daño a España y a los españoles.

Chaves puso varios ejemplos de lo que consideró un debilitamiento de la democracia desde que gobierna Aznar, como es la "gubernamentalización" de la Justicia o lamarginación del Parlamento en la adopción de decisiones "graves", además de "la alteración grave de la cohesión territorial" por no haber respetado la pluralidad del Estado.

Frente a este comportamiento, concluyó Chaves, los socialistas quieren demostrar a los ciudadanos que existe "un modelo alternativo, diferente a la España uniformada, neocentralista, que quiere imponer el señor Aznar".