La propuesta se produce tras la publicación por parte de Coca-Cola en el Reino Unido de la huella de CO2 generada en la elaboración de una lata de Coca-Cola y Coca-Cola Light de 330 mililitros, que se situarían en 170 y 150 gramos respectivamente, datos certificados por Carbon Trust, empresa financiada por el ejecutivo británico que desarrolla medidas para la reducción de emisiones de dióxido de carbono.

Una botella similar de 250 ml de zumo de frutas de Innocent generaría 209 gramos de dióxido de carbono, según el análisis de Carbon Trust, sin embargo, los responsables de esta empresa denuncian que la comparación entre un producto obtenido a partir de frutas, como el suyo, y un refresco, cuyo contenido es principalmente agua, no resultaría justa.

En cambio, si se compara una botella de cristal de Coca- Cola, en cuya fabricación se emiten 360 gramos de CO2 con el envase de zumo de Innocent de tamaño similar que mayores emisiones genera (230 gramos de CO2) la comparativaresultaría favorable a este último.

Por ello, los responsables de Innocent proponen un sistema que limite a 2.900 gramos de CO2 el total de emisiones generadas por los alimentos y bebidas consumidos por una persona diariamente, de este modo, el consumidor podrá saber qué porcentaje de ese total representa cada producto que consumen.

Por su parte, ClimateCare recomienda que las emisiones de CO2 se midan por cada libra esterlina del precio del artículo, para que el usuario pueda comparar entre sí artículos de diferentes categorías.