Investigación
Proponen un nuevo tratamiento para la metástasis cerebral basado en la inmunoterapia
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Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han propuesto un nuevo tratamiento para las metástasis cerebrales que no responden o responden mal a la inmunoterapia aportando un biomarcador para predecir en qué casos aplicarlo.
Según informó este miércoles el centro de investigación, nuestro organismo dispone de un mecanismo para destruir todo aquello que lo ataca, ya sean virus, bacterias o células cancerígenas: el sistema inmunitario.
El cáncer prolifera cuando las células tumorales engañan a este sistema, e impiden que se active contra ellas. La inmunoterapia contra el cáncer usa fármacos orientados a evitar este bloqueo del sistema inmunitario por parte de las células cancerosas, pero la inmunoterapia no siempre funciona.
En el caso de la metástasis cerebral –cuando el tumor surge en un órgano y se propaga al cerebro–, la inmunoterapia ha sido probada recientemente con resultados diversos.
A este respecto, el jefe del grupo de Metástasis Cerebral del CNIO y director del estudio que acaba de publicarse, Manuel Valiente, explicó que “la metástasis cerebral plantea un grave problema clínico. Los pacientes con metástasis cerebral avanzada, es decir, aquellos que ya perciben los síntomas de la metástasis, no responden bien a la inmunoterapia”.
INMUNOTERAPIA Y ANTICUERPOS
Pero, además, “con más frecuencia sucede que pacientes que sí respondían bien a la inmunoterapia recaen, y a menudo es por nuevas metástasis en el cerebro”.
Esto supone que la inmunoterapia con anticuerpos bloqueantes no parece el sistema óptimo para la metástasis cerebral. Una posible causa es la existencia de la barrera hematoencefálica, una especie de membrana permeable que filtra la sangre que entra al cerebro para defenderlo de tóxicos. Pero esta barrera vascular también dificulta la entrada de los anticuerpos que se usan en inmunoterapia. Sin anticuerpos, la inmunoterapia no funciona.
El grupo del CNIO ha propuso una hipótesis muy innovadora para combatir este problema y que acaba de publicarse en la revista ‘Cancer Discovery’, de la Asociación Estadounidense para la Investigación del Cáncer.
De hecho, señaló la primera firmante del artículo, Neibla Priego, “descubrimos que un tipo de células cerebrales llamadas astrocitos actúan como inmuno-moduladores, es decir, interactúan con el sistema inmunitario en el cerebro, y en los casos de metástasis cerebral hacen un mal uso de esta función porque están influidos por el tumor”.
PAPEL DE LOS ASTROCITOS
Pervertidos por el cáncer, los astrocitos se ponen de parte de las células tumorales cuando hay metástasis cerebral. La interacción de los astrocitos con el sistema inmunitario, algo que debería ser un proceso normal de inmuno-modulación, se convierte en un mecanismo que alimenta el cáncer, porque los astrocitos dificultan el trabajo de las células defensivas y les impiden matar a las tumorales.
Así, los científicos identificaron una molécula clave en el proceso, llamada TIMP1. “Los astrocitos pro-tumorales producen TIMP1, y esta proteína interviene en la inhabilitación de las células defensivas que deberían acabar con las células cancerígenas”, destacó Priego.
Una vez demostrado que esa molécula, TIMP1, actúa sobre las células del sistema inmunitario y las hace más ineficaces, el equipo del CNIO propuso usarla como biomarcador, para detectar metástasis cerebrales afectadas por este mecanismo de inmunosupresión.
“TIMP1 es un buen biomarcador, porque en los pacientes con metástasis cerebral se secreta en cantidades significativamente más altas en el líquido cefalorraquídeo”, aseguró Priego.
Este estudio va más allá y el grupo de Manuel Valiente recomendó una alternativa terapéutica para tener a los astrocitos como diana: el uso combinado de inmunoterapia con inhibidores que impidan la producción de la molécula TIMP1.
(SERVIMEDIA)
02 Oct 2024
ABG/pai