LAS PROMOCIONES DE PSV, DIVIDIDAS ANTE LA SOLICITUD DE INTERVENCION AL GOBIERNO PORQUE TEMEN ETERNIZAR EL PROCESO

- 5.000 personas se manifestaron para pedir a UGT la pronta construcción de las 20.000 viviendas

MADRID
SERVIMEDIA

La petición de intervención al Gobierno en el 'caso PSV' por part del representante de los cooperativistas, Tomás Arrieta, ha levantado divisiones entre las diversas promociones, que temen que con la intervención lo que se consiga es "no alcanzar la vivienda nunca", por la demora de todo el proceso que ello implicaría.

Eso manifestó a Servimedia el presidente de la asociación de cooperativistas de Orcasitas, Julián Martín, la cabeza de la manifestación que hoy realizaron 5.000 personas en Madrid ante la sede de UGT para reclamar que se construyan sus viviendas de ua vez.

Martín aseguró que la solicitud de intervención podría causar un retraso de ocho años, como ocurrió con la cooperativa aceitera UTECO, de Jaén, y que Arrieta había actuado únicamente con el conocimiento previo de la promoción de Valdebernardo, de la que es miembro, pero de ninguna promoción más.

Lo mismo dijo Javier Checa, secretario de la promoción Madrid Sur, y ambos anunciaron que propondrán a los cooperativistas la revocación de Tomás Arrieta en la próxima asamblea de Promoción Social e Vivienda (PSV), que se celebrará el próximo mes de enero.

Martín añadió que analizarán la posible responsabilidad penal del interventor de los cooperativistas, nombrado el pasado 10 de julio.

FALTA DE INFORMACION

Por su parte, Tomás Arrieta señaló a Servimedia que decidió pedir la intervención del Ministerio de Trabajo ante la falta de respuesta por parte de PSV a su petición de información sobre el estado de la cooperativa como interventor de los cooperativistas.

"La Administración se h dado por enterada del problema de PSV, a partir de la carta que yo dirigí al ministro de Trabajo, el 17 de noviembre de 1993", afirmó Arrieta. El interventor explicó que ahora el Gobierno tiene que aplicar el tutelaje, luego inspeccionar las cuentas y "si en ese momento se descubre que esto es inviable, tendrá que ir directamente a la intervención".

"Lo único que he hecho ha sido iniciar un proceso que la propia Administración tenía que haber iniciado hace mucho tiempo", concluyó.

Los cerca de 5000 manifestantes no ocultaban su profundo malestar. La presidenta de la asociación Valdebernardo, Carmen Algar, se quejaba de la absoluta falta de información que padecían los cooperativistas, que ya habían aportado 5 millones cada uno y tenían firmadas letras por valor de millón y medio más.

Los gritos no podían ser más expresivos. Desde "PSV, negocio Redondo" hasta "Ladrones", o frases como "Compañero, mírame, no te fíes de UGT", "UGT, mójate", "Manos arriba, esto es un atraco" o "Nosotros ahorrand, vosotros estafando".

SIN INCIDENTES

La manifestación partió a la hora prevista, las 12 del mediodía, de la calle Fuencarral y recorrió Sagasta y la plaza de Santa Bárbara para terminar en la calle Hortaleza, frente a la sede de UGT.

No hubo incidentes. Una vez ante el antiguo convento de las Arrecogidas, los silbidos arreciaron junto a gritos como "Aquí está la casa de Alí Babá" o "Dónde está, no se ve la gente de UGT" y un manifestante se encadenó simbólicamente en una ventana de la planta bja, al tiempo que otro tapó con un papel la cámara de TV del sistema de seguridad del edificio.

Nadie salió del inmueble. Unos representantes de los cooperativistas entraron y volvieron a salir de inmediato. "En esta casa de ladrones no hay nadie. Muchas gracias a todos", dijeron. Y todo el mundo comenzó a marcharse. Eran las dos de la tarde.

(SERVIMEDIA)
27 Nov 1993
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