Según afirmó hoy el director ejecutivo de Greenpeace en España, Juan López de Uralde, los partidos políticos "han asumido que el cambio climático es un problema real y de mucha gravedad", y han plasmado en sus programas electorales que las energías renovables y el ahorro y la eficiencia energética son las vías más eficaces para combatirlo.

No obstante, tras comparar las propuestas energéticas para los próximos comicios de ERC, IU, PSOE y PP, la ONG ecologista criticó los "insuficientes" objetivos de renovables de PSOE y PP, y su "ambigüedad" en cuanto al abandono de la energía nuclear.

Además, Greenpeace "echa en falta" objetivos más ambiciosos para la reducción de emisiones de CO2. "Ningún partido propone ir más allá del objetivo de reducción de emisiones que la Comisión Europea ha propuesto a España para 2020", lamentó.

Así, asegura que el PSOE "simplemente se compromete a formular nuevos objetivos estratégicos para el año 2020, para contribuir a los objetivos de la UE", al igual que IU, aunque este grupo "lo hace no sólo de cara al 2020, sino también al 2050".

En cuanto al PP, denuncia que plantea "reducir las emisiones nacionales de gases de efecto invernadero en un 20% en el año 2020", pero "no dice con respecto a qué fecha", lo cual "resta credibilidad a este compromiso".

ERC no expresa ningún objetivo (ni para el Estado español ni para Cataluña), y "se limita" a reclamar el traspaso de la gestión del Plan de Asignaciones y de los fondos estatales para los planes de reducción de emisiones, añade Greenpeace.

Por otra parte, dice que todos los partidos ofrecen más renovables, pero "sólo IU plantea que el 30% de la energía" (Greenpeace entiende que de toda la energía consumida en España) proceda de fuentes renovables en 2020.

NUCLEARES

En cuanto a las nucleares, los ecologistas dicen que tanto IU, ERC y PSOE "hacen una apuesta clara por el abandono progresivo de la energía nuclear".

No obstante, la "preocupación" en materia nuclear de Greenpeace deriva de la "postura" que, a su juicio, mantiene el PP, ya que considera que "se limita a expresar ambiguamente que mantendremos los actuales emplazamientos nucleares".

Para Greenpeace, esa expresión "deja la puerta abierta a la construcción de nuevas centrales nucleares o al alargamiento de la vida útil de las actuales".