Partiendo de sus investigaciones previas sobre los rasgos propios de la figura del antihéroe y de los motivos por los que esta clase de personaje resulta hoy en día más atractiva al público que la del héroe arquetípico, Freire pone el foco en el mundo del videojuego. En él, arroja luz a la sombra de unos personajes cuyas motivaciones brotan, en muchas ocasiones, de los claroscuros, de la ambigüedad, de las contradicciones internas, de una tensión no resuelta entre las pulsiones de bien y de mal.

Lo que Freire propone es un itinerario de cuatro décadas, en el que disecciona el trasfondo de un elenco de antihéroes formado por personajes tan reconocibles como Kratos, Bayonetta, Joel Miller, Ada Wong, Dante Sparda, Geralt de Rivia, Max Payne, Marcus Fenix, Arthur Morgan, Duke Nukem, Wario o Shadow, entre otros.

En el fondo, la obra también es un reconocimiento de la complejidad que hay tras la construcción de estos antihéroes, que no encajan en esquemas maniqueos, sino que resultan atractivos al público contemporáneo porque reflejan el diálogo entre la luz y la sombra que marca la vida de cualquier ser humano.

Finalmente, Freire presenta un homenaje al universo narrativo del videojuego. En su recorrido histórico a través de historias y personajes, desvela una gran cantidad de las curiosidades y secretos que hay detrás de los antihéroes y el entramado narrativo en el que emergen sus contradicciones.