Según informó hoy el rectorado a través de un comunicado, ha decidido imponer este castigo una vez concluido el expediente interno que abrió a Quintana tras saltar a la luz pública este caso. Según ese informe, hay diversos motivos para sancionar a este profesor por una "falta grave". Para el instructor del expediente, el catedrático Gilberto Gutiérrez, el contenido del libro "presenta serias deficiencias científicas, así como estereotipos sociales, étnicos, sexistas o ideológicos y resulta inadecuado para la formación de los alumnos".

La sanción tiene efectos desde el pasado día 22, por lo que Quintana previsiblemente ya no dará clases en lo que queda de curso.

El controvertido libro, que fue conocido por la denuncia de varios alumnos a los medios de comunicación, vierte raves calificaciones despectivas contra los negros, a los que considera "inferiores a los blancos", infantiloides y cobardes. De los orientales dice que son "lentos, torpes y carentes de imaginación".

A las mujeres las tacha de "conformistas, pasivas, débiles, inestables, coquetas y refinadas en el odio y el rencor". Los políticos también salen maltrechos en la obra: de Felipe González, Jordi Pujol y Xabier Arzalluz se afirma que son unos "paranoicos".

QUERELLAS DESESTIMADAS

Cuando estalló el ecándalo y su nombre inundó los periódicos, Quintana se reafirmó en su teoría. Textualmente, declaró: "Para mí, todas las personas merecen el mismo respeto. Sin embargo, los individuos de raza negra han desarrollado menos algunas facultades, como la de la inteligencia". Acto seguido, a la pregunta de si era racista, contestó: "Por supuesto que no".

Además de reprobar el contenido del libro, el expediente interno también ha considerado ahora merecedor de sanción otros comportamientos de Quintana, como e hecho de que no informó a sus alumnos desde el principio de curso sobre la bibliografía esencial de su asignatura.

En cambió, sí les anunció la inminente aparición de su libro y recomendó su compra, dando a entender que la adquisición de ejemplares en cierta cuantía podría abaratar su precio, al tiempo que ofrecía intermediar en dicha compra.

En cuanto a las clases por él impartidas, no se ajustaban a lo establecido por la normativa de los planes de estudio e incluso ofrecía la posibilidad de noasistir a ellas si se compraba su libro.

La asociación SOS Racismo presentó sin éxito una querella contra él. El Juzgado de Instrucción número 37 de Madrid la desestimó, porque, aunque admitió que el libro hace referencias muy desacertadas, "de la lectura no puede deducirse que su autor pretenda crear en los destinatarios del libro la voluntad de realizar actos de discriminación". Posteriormente, SOS Racismo presentó también en vano un recurso ante la Audiencia Provincial de Madrid.