La mayoría de los productos revisados incluyen en su etiquetado las frases "mantenerse fuera del alcance de los niños" y "no ingerir", así como otras de advertencia cuando contienen principios activos nocivos o peligrosos.

Igualmente, el 90 por ciento de los envases recogen la leyenda: "En caso de ingestión accidental, consulten al Servicio Nacional de Información Toxicológica, teléfono 5620420".

La principal deficiencia en este tipo de productos, en lo que se refire a seguridad, es la inexistencia de un cierre que dificulte su apertura, presente únicamente en el 17 por ciento de los artiulos inspeccionados.

En cuanto a la información ofrecida sobre el impacto medioambiental de los detergentes y productos de limpieza, ésta se centra en dos puntos: la ausencia de fosfatos y derivados del cloro, en los detergentes, y la ausencia de propelentes que dañan la capa de ozono (CFC), en los productos presentados en aerosol.

El contenido en fosfatos de los detergents está incluido en su etiquetado, junto con el resto de componentes, con independencia del calificativo que la marca comercial ha añadido.

El estudio revela que el 21 por ciento de los detergentes para el lavado de ropa se presenta sin fosfatos, mientras que en los detergentes para la limpieza de vajillas carecen de fosfatos los productos para el lavado a mano y el 28 por ciento de los lavavajillas para automáticas.

La presencia de fosfatos en los detergentes provoca un aumento de estos compuesto en el medio acuático, lo que redunda en una fertilización de ríos y embalses, cuya última manifestación es la aparición de masas de algas que confieren a las aguas un color verdoso.

Por lo que se refiere a la presencia de propelentes que dañan la capa de ozono, el 14 por ciento de los productos presentados en aerosol incluyen en su etiquetado frases como "ecológico", o "no daña la capa de ozono".

También destaca un ligero aumento de la presentación de productos con aplicación a pistola, que, proresivamente, están desplazando a los tradicionales sprays.