Esa delicada situación ha originado que los precios de la patata hayan bajado notablemente en relación al de otros años. Así, los precios actuales del kilo de patata oscila entre las 12 y las 15 pesetas.

Esta situación, que no es exclusiva de Andalucía, sí se está dejando notar con especial importancia en las provincias occidentales de esta comunidad, donde el cultivo de la patata constituye una de las principales fuentes de ingresos.

Los productores y exportadores andaluces de patatas lamentan que, después de los daños que ha causado la sequía, las lluvias caidas durante el mes de mayo, lejos de mejorar la situación, la agravaron, dado que posibilitaron la detección de enfermedades en los cultivos. Por otro lado, Francia constituye una "dura" competencia para el sector español de patata. Aunque exportadores y productores se enfrentan a problemas semejantes, la Administración francesa ha concedido ayudas económicas para paliar la situación.