Por subsectores, la producción de la energía subió un 11,7%, siendo el único caso en que hubo aumento. De esta forma, la industria de extracción y transformación de minerales no energéticos y la industria química bajaron un 3%, la industria metalúrgica y la mecánica de precisión descendieron un 0,3% y las industrias alimentaria, textil y de papel un 2,7%.

Por productos concretos, destaca el aumento del 19,1% en la producción y transformación de metales y del 16,1%en la producción de energía eléctrica y fabricación de gas. Por el contrario, la construcción de máquinas de oficina y de ordenadores cayó un 18,9%, mientras que la producción de instrumentos de precisión y óptica descendió un 26,7%.

En cuanto al destino económico de estos bienes, la producción de los intermedios subió un 3,6%, pero los de consumo bajaron un 3,8% y los de equipo un 1,2%.