El juzgado número 14 de Valencia ha declarado a la procesada responsable de un posible delito de parricidio y solicitado una fianza de 30 millones de pesetas para cubrir posibles indemnizaciones.

Remedios P.L. y Arturo V.G se casaron en 1987, tuvieron un hijo y en 1992 iniciaron el proceso de separación que no llegó a producirse "a voluntad del esposo que pidió volver a hacer vida en común", según consta en el acto de procesamiento.

Desde la vuelta a la convivencia, de mayo de 1994 hasta septiembre de 1995, Remadios P.L. estuvo incorporando a las comidas de su esposo unas gotas de "formigal" (derivado del arsénico), utilizado para matar a las hormigas, "porque me maltrataba" según ha declarado la procesada.

Hasta escubrirse el intento de envenenamiento, Arturo V.G, ingresó en cuatro ocasiones en un hospital. En la actualidad, padece como secuelas contracciones musculares involutarias en las piernas y trastornos psíquicos, según un informe médico presentado ante el juzgado que se ocupa del caso.