Solbes declaró en los pasillos del Congreso que a él no le gustan los "planes de privatizaciones", porque considera que éstas deben hacerse en función de las características de cada empresa y de las circunstancias del momento.

"Estos planteamientos globales sirven para muy poco, y es más, pueden retrasar el proceso. Tengo la impresiónde que se están tomando decisiones excesivamente aceleradas, tanto en el cambio de los gestores como en la toma de posición, que me parecen mucho más ideológicas que acercadas a la realidad", afirmó el diputado del PSOE.

A su juicio, la estrategia privatizadora del PP difiere totalmente de la que practicó el PSOE en el Gobierno. "El esquema es distinto. Para nosotros la privatización no era una posición ideológica, sino una decisión caso a caso en función de la situación de cada empresa".

Señaló ue si se habla de un volumen de privatizaciones de en torno a los 300.000 millones de pesetas al año, el mercado lo podrá absorber, pero no si se trata de dos billones, como se ha publicado, que no es "ni posible ni realista".