No obstante, los resultados globales del grupo siguen dando unas pérdidas de 660 millones de francos (16.500 millones de pesetas, frente a unas pérdidas de 85.500 en el año anterior).

Los responsables del grupo Bull estiman que en 1995 los resultados netos del grupo volverán a ser positivos, que su deuda y los gastos financieros descenderán y que se reforzarán los acuerdos y asociaciones con otros gruos industriales, que le parmitirán "continuar con el proceso de privatización en buenas condiciones".

Durante el año pasado, Bull obtuvo unos beneficios de 237 millones de francos, unos 5.925 millones de pesetas, frente a los cerca de 47.300 millones de pesetas de pérdidas registradas en 1993. Se trata de la primera vez en cuatro años que el grupo tiene resultados positivos.

El origen principal de la mejora de resultados estriba en la reducción general de costes llevada a cabo por el grupo, que spuso un ahorro de 80.000 millones de pesetas, de los que 35.000 corresponden a los gastos fijos no salariales. Estos últimos supusieron un desembolso de 27.500 millones y los de carácter financiero sumaron 17.500 millones.

Entre 1993 y 1994, Bull está aplicando un proceso de ajuste cuyo coste alcanzó los 41.250 y 32.500 millones de pesetas, respectivamente.