Aclaró, no obstante, que aunque le parece "muy bien" que se reduzca el uso de la prisión preventiva, no debe realizarse una reforma precipitada de su regulación "al hilo de algunos casos con nombres y apellidos".

Manzanares se mostró de acuerdo en que la prisión preventiva debe usarse de manera restrictiva, ya que supone restringir un derecho humano básico, como la libertad, "el bien más valioso que existe después de la vida".

El vicepresidente del CGPJ señaló que debería reormarse la tipificación de la "alarma social" como causa justificativa de la prisión preventiva. "Aunque eso está en la ley, me parece muy discutible, porque la alarma social es también manipulable y a mi me parece que lo importante es la gravedad del hecho imputado y las posibilidades de fuga".

Aclaró que, en todo caso, la prolongación de las prisiones preventivas también tiene que ver con los impedimentos legales para actuar con mayor celeridad, ya que si los recursos presentados contra las prisione provisionales se resolvieran antes, "es indudable que habría menos presos preventivos".