Don Felipe, que ayer entregó los Premios Príncipe de Asturias en el Teatro Campoamor de Oviedo, se trasladó esta mañana a Nava, visitando en primer lugar el balneario de aguas de Fuensanta, donde descubrió la placa conmemorativa del 150 aniversario de su declaración de utilidad pública.

Posteriormente, el Príncipe fue recibido en la capital del concejo de Nava por las autoridades locales y regionales ante el Museo de la Sidra, cuyas instalaciones inauguró a continuaión. Se trata del único museo de sidra que existe en el mundo y reune toda una exposición sobre el proceso de elaboración de la sidra, desde la recogida de la manzana a la producción y el embotellamiento.

Tras la inauguración del museo, el heredero de la Corona plantó ante el edificio un manzano. A continuación recorrió la Plaza Mayor de la villa ante el aplauso de los navetos, para encaminarse al Ayuntamiento, donde firmó en el libro de oro, y después hacer entrega en la plaza del pueblo del Premio a Pueblo Ejemplar de Asturias.

El Príncipe señaló en su discurso que este acto ha sido "uno de los momentos más emotivos y felices de mis viajes a Asturias". Don Felipe destacó a la sidra como símbolo de Asturias, "la única bebida del mundo que se resiste a ser consumida en soledad".

Don Felipe tuvo un recuerdo para las familias de la zona que tuvieron que emigrar hace años debido a la crisis e instó a trabajadores y empresarios de la región a luchar por el futuro de ésta". "La prosperidad regiona depende de cada uno de nosotros, de nuestra decisión de afrontar el futuro, de superar las incertidumbres y de una decidida solidaridad que permita a Asturias mantenerse como ha estado, siempre a la altura de la historia".

Tras el acto, los vecinos de Nava entonaron el himno de Asturias y después el Príncipe se atrevió a escanciar un 'culín' de sidra. Después, acompañado por las autoridades, visitó uno de los mejores lagares del concejo, donde la comunidad vecinal le ofreció una 'espicha', con la queconcluyó su visita oficial a Asturias.