Don Felipe, que estaba presente en la recepción que celebra la Casa Real con motivo de la Fiesta Nacional, se acercó a un grupo de periodistas de charlaban con el líder del primer partido de la oposición. Sus primeras palabras fueron para solidarizarse con los dirigentes populares que resultaron agredidos en Martorell cuando acudían a un acto electoral.

A continuación, los periodistas se interesaron por saber si la reforma constitucional que está pendiente se realizará próximamente. Rajoy recordó que la reforma afectará a otros tres aspectos importante de la Carta Magna, entre los que se encuentra la reforma del Senado, sobre la que PP y Gobierno no se ponen de acuerdo.

El heredero de la Corona aseguró relajado que, por su parte, "no hay prisa" en abordar los cambios, puesto que la continuidad en la Jefatura del Estado está garantizada por su persona y, por tanto, hay tiempo para realizarla.

Precisamente sobre la reforma de la Constitución dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en otro corrillo, que está paralizada por la ausencia de consenso con el primer partido de la oposición.

Don Felipe aseguró a los periodistas que su esposa, doña Letizia, se encuentra bien y lleva con normalidad su embarazo. Sobre la posibilidad de hacer público el sexo del bebé cuando los médicos les informen, el príncipe de Asturias dijo que prefieren mantenerlo en el ámbito de lo privado, aunque en todo caso se consultará con el Gobierno esta decisión.

La princesa de Asturias asistió esta mañana al desfile militar que se celebró en Madrid con motivo de la Fiesta Nacional. Eso la obligó a permanecer por espacio de más de una hora de pie, razón por la que no acudió a la recepción posterior en el Palacio Real, que comenzó con un besamanos que se prolongó por espacio de 45 minutos.

Preguntado por la infanta Leonor, don Felipe no pudo contenerse e informó emocionado a los periodistas de que su primogénita ya dice "¡agua!", como la mayoría de los bebés cuando se acercan a su primer cumpleaños.