Segn la AEEM, los cambios más importantes que sufren las mujeres de edad madura en su aspecto físico son el aumento del peso corporal debido al paso de los años y el cambio de distribución de la grasa de feminoide a androgénica, por la disminución de los estrógenos tras la menopausia.

Con el envejecimiento se pierde masa muscular, lo que provoca que en la edad madura "la mujer no pierda peso, aunque coma menos y engorde más de lo normal si mantiene la alimentación que tenía diez años antes", explicó el pesidente de la AEEM, el doctor Santiago Palacios.

El doctor Palacios destacó la importancia de acompañar la dieta con la realización de ejercicio físico aeróbico y cardiosaludable, es decir, aquellos en los que trabajan tanto el pulmón como el corazón, así como realizar grandes paseos o hacer bicicleta moderada.

La dieta recomendable para la mujer tras la menopausia debe ser pobre en grasas saturadas (procedentes de la carne animal y del aceite de palma y coco), ya que la disminución de estrógeno provoca que aumente el "colesterol malo" y disminuya el "colesterol bueno".

Otro de los efectos que tiene la falta de estrógenos con la llegada de la menopausia es el cambio en la distribución de la grasa corporal de la mujer, acumulándose más en el abdomen y no en las caderas y nalgas, como es típico en la mujer.

Este cambio en la distribución de grasa de la mujer puede corregirse mediante una terapia hormonal sustitutiva con estrógenos. "A los seis meses de tratamiento, la terapia hormonal susitutiva puede restablecer la distribución de grasa feminoide, previniendo el riesgo de enfermedades y facilitando a la mujer la posibilidad de preservar su imagen física corporal", explicó el doctor Palacios.